México es un país que destaca por su gastronomía. Cada región de la república tiene su propio estilo culinario. Aunque puede que los ingredientes base sean similares, cada estado se encarga de apropiarse de cada receta agregándole su toque particular. Por lo tanto, no importa cuantas veces visitemos México, siempre habrá algo nuevo que probar. Un mismo platillo puede saber diferente dependiendo de la región o el estado. Una de estas comidas que cambian dependiendo del estado es antojito conocido como pambazo. El ingrediente obligatorio para este platillo es el tipo de pan que se usa.
Hay dos teorías sobre el origen de este platillo. En algunos estados se dice que se crearon en honor a la emperatriz Carlota de Habsburgo. Cuando al cocinero se le ordenó crear un pan inspirado en el Pico de Orizaba, un volcán que separa Veracruz y Puebla.
Otra explicación que se le da al origen del pambazo se remonta al Virreinato. El “pan basso” resultó ser un pan muy popular ya que era muy económico y llenador. E incluso había establecimientos que se dedicaban especialmente a producirlos llamados pambacerías.
Muchos de los puestos callejeros de la Ciudad de México tienen en su menú a los pambazos. Tradicionalmente están rellenos de papa o papa con chorizo. El pan se baña en una salsa de chile guajillo para darle sabor y se doran en un comal con un poco de aceite.
Este platillo tradicional de la capital se sirve con lechuga, crema y queso, también le puedes poner salsa verde o roja al gusto. Es uno de los antojitos mexicanos favoritos de los chilangos. Un antojito que no puede faltar en las fiestas del 16 de Septiembre, día de la independencia.
La mayor diferencia entre este pambazo y el antojito de la CDMX es que no se baña en una salsa. Tapoco es necesario calentarlo. Además, el pan lo venden cubierto de harina. Usualmente está relleno de mole, el platillo más famoso de Puebla, o frijoles con queso fresco.
Este platillo es más sencillo que el de la Ciudad de México y es típico de las fiestas infantiles. Lo singular de este pambazo es que se busca resaltar el sabor del pan. Los turistas pueden disfrutar de uno en alguna de las cafeterias de la ciudad como un pequeño almuerzo o en el desayuno.
Aunque comparten el nombre, la preparación de los antojitos mexicanos como el pambazos cambia dependiendo del estado. La versatilidad de la comida mexicana siempre sorprende. Por lo que a veces cuando pedimos alguna comida nos dan algo un poco diferente a lo que teníamos en mente. Pero esto nos da la oportunidad de probar nuevas combinaciones de sabores.