Escribí esta guía definitiva para viajar a Oaxaca con el corazón lleno de alegría. Siempre que visito Oaxaca, la calidez de su gente me hace sentir como en casa. Su extraordinaria gastronomía y su auténtico mezcal son un par del que no quiero separarme. Sus sitios arqueológicos, artesanías, festividades y mercados me hacen querer regresar una y otra vez.
Cuando viajas a Oaxaca, una ciudad llena de color, debes ir con los ojos bien abiertos. Te sorprenderás con la inmensa gama de colores que encontrarás en sus mercados tradicionales, en la ropa de las mujeres oaxaqueñas y en el cielo durante los atardeceres. Sin duda, es uno de esos destinos que aún conserva el espíritu del México colonial; lo notarás en sus monumentos.
¿Planeas visitar Oaxaca? Cuéntanos tus ideas de viaje y diseñaremos un itinerario único y sin complicaciones para ti.
Al iniciar un viaje, siempre recomiendo tomar un mapa y localizar el destino al que queremos llegar. En este caso, Oaxaca está ubicado al suroeste del territorio mexicano. Desde la Ciudad de México, está aproximadamente a 5 horas por carretera. Al norte de Oaxaca se encuentran los estados de Puebla y Veracruz; al sur, el Océano Pacífico; al este, el pintoresco estado de Chiapas; y al oeste, Guerrero.
Oaxaca es el quinto estado más grande del país y su clima varía según la región. Para ser honesto, no hay una temporada única en la que sea mejor viajar a Oaxaca. Es decir, cada mes tiene su encanto, y te aseguro que encontrarás magia en este destino. Sin embargo, es importante saber que el clima es agradable durante los primeros meses del año y los dos últimos, con algo de frío. La lluvia llega en junio, julio, agosto y septiembre, y podría afectar algunas de tus actividades al aire libre.
Ten en cuenta que en julio, Oaxaca se convierte en un gran desfile, ya que comienza la Guelaguetza, una tradición que se mantiene desde tiempos prehispánicos como un ritual a los dioses.
Para empezar a conocer Oaxaca, definitivamente debes visitar uno de los museos de la ciudad:
Los tres tienen exposiciones interesantes que te permitirán adentrarte más en la cultura mexicana. Además, no olvides visitar el Jardín Etnobotánico y una o dos mezcalerías para calentar la garganta.
Si lo tuyo es la bebida de los dioses, no puedes perderte la Ruta del Mezcal. Durante un día, aprenderás sobre el ritual detrás del mezcal, donde la siembra y cosecha del agave se convierten en un culto.
Visitarás Matatlán, un lugar donde los campesinos llevan ofrendas a la cruz y ofrecen sus agaves. En los campos, aprenderás sobre algunas de las variedades de agave utilizadas en la producción de esta bebida y luego conocerás la elaboración y decoración de los tradicionales cantaritos de mezcal.Entre los paisajes de agave, el recorrido de mezcal te llevará por comunidades de pequeños productores locales que te permitirán conocer a las personas que producen mezcal de una manera muy auténtica.
Continuarás hacia Chichicapam, donde una familia local te recibirá en su mesa para una comida tradicional.Finalmente, en Ocotlán, visitarás una cantina donde elaboran mezcal curado; uno de los últimos lugares donde aún se conserva la tradición de poner frutas en las botellas de mezcal para degustarlas.
¿Te gustaría incluir la Ruta del Mezcal en tu itinerario? En Rutopía, un especialista local en viajes creará contigo el itinerario ideal para viajar a Oaxaca. Así que ahorra tiempo y conoce el verdadero México. Solicita tu viaje ahora.
Por supuesto, en esta guía para viajar a Oaxaca no puedo dejar de recomendar:
No puedo dejar de mencionar la oferta gastronómica en los mercados. La tradicional visita al Mercado 20 de Noviembre y su pasillo de humo abrirá tu apetito en segundos.
Y por favor, cuando visites el mercado, no olvides tener un pan de yema típico en una mano y una taza de chocolate caliente en la otra.
Otra gran recomendación que tengo para ti es el restaurante "Las Quince Letras", donde encontrarás una selección de platillos de cada rincón del estado, incluyendo el emblemático mole negro.
Pasear por el Andador Turístico es un placer. Se encuentra a lo largo de la Calle Macedonio Alcalá, la misma calle que conduce al Templo de Santo Domingo, cuyo exterior es un fantástico ejemplo de la arquitectura eclesiástica barroca. Antiguamente un monasterio, ahora alberga un museo dedicado a los artistas y artefactos precolombinos, así como al Jardín Etnobotánico.
Disfruta de la tarde en un café en el zócalo o ve en busca de uno de los mejores helados que jamás hayas probado en tu vida. Te doy una pista, están en el tianguis, justo al lado de Santo Domingo.
¿Aún te queda energía? Si tu respuesta fue sí, claro que tienes que ver la ciudad de noche. Un trago en Selva Oaxaca Cocktail Bar es una experiencia única por su riqueza y diversidad de ingredientes locales y destilados mexicanos. O, un esquite banquetero siempre es una buena idea para terminar el día.
*La palabra "banquetero" significa comer un esquite directamente en la acera.
Si eres de los que les gusta meter las manos en la masa, hay un taller de cocina rural en Oaxaca, donde, en un ambiente campestre, descubrirás los sabores auténticos de la cocina tradicional oaxaqueña con un fogón de leña, siempre con productos de temporada y algunos de ellos cosechados en los terrenos o patios de las familias que visitarás. El taller se lleva a cabo en una comunidad zapoteca en el Valle de Oaxaca, en la casa de una familia que te recibirá con los brazos abiertos para enseñarte todos sus secretos. Tendrás la oportunidad de preparar 3 platillos y sentarte a degustar tus creaciones.
Por supuesto, el Mercado de Artesanías es una parada obligatoria para ver la variedad de artesanías que Oaxaca tiene, una de las más extensas del país.
Además, desde el Mercado Benito Juárez, podrás admirar los coloridos trajes típicos, como las guayaberas y los huipiles, resultado de una mezcla de cultura indígena y técnicas coloniales. Podrás adquirir una infinidad de artesanías, que se han convertido en una atracción turística. Desde muñecas de tela, juguetes de madera, platos de barro hasta los famosos alebrijes, seres imaginarios formados con partes de diferentes animales, con colores muy brillantes.
Te recomiendo hospedarte en el centro de Oaxaca y dedicar uno o dos días para conocer sus alrededores.
La gran ciudad zapoteca, un sitio arqueológico precolombino que fue una de las mayores ciudades mesoamericanas de su época.
Un recorrido donde la arqueología y la naturaleza se combinan en perfecta sinergia.
Y finalmente, la caminata y el recorrido por el pueblo artesanal de Teotitlán es imprescindible. Podrás conocer muy de cerca el pueblo de Teotitlán del Valle; desde su diversa naturaleza alrededor del lago, hasta sus artesanías tradicionales y los secretos de su producción (tejido y teñido con colores naturales).
El recorrido comienza en la presa del pueblo, al pie de las imponentes montañas de la Sierra Norte, donde el amanecer es un momento espectacular para la observación de aves. Caminarás hasta la cima de la montaña más cercana, desde donde tendrás una vista de todo el valle oriental de Oaxaca.
Una familia local te recibirá en su hogar para compartir una comida tradicional. Luego, te mostrarán la auténtica artesanía que ha estado en la familia durante más de cinco generaciones de tejedores de alfombras; ¡tejedores de corazón! Aprenderás cómo se limpia, prepara y tiñe la lana utilizando materiales naturales como plantas, insectos, hojas y cal, para crear un arcoíris de colores brillantes.
En conclusión, con esta guía definitiva para viajar a Oaxaca, llenarás tus ojos de color, tu boca de sabores auténticos, tu nariz de aromas únicos, tus oídos de música alegre y tus manos de artesanías para llevarte un pedacito de Oaxaca contigo.