México es un destino turístico que cuenta con una gran diversidad de recursos naturales, una enorme riqueza histórica, y es reconocido principalmente por tener una gran expresión de arte popular. Como parte de la tradición cultural del pueblo, las artesanías representan la identidad comunitaria que pasa de padres a hijos, del maestro al aprendiz y son hechos por procesos manuales.
Chiapas es uno de los estados de la República Mexicana más distinguido por su cultura, ecoturismo y sitios arqueológicos, importante por su gran patrimonio de artesanías y diversidad de etnias que lo conforman, como las que remontan raíces a sus antepasados mayas y zoques, creando así un mosaico de productos que expresan el sentir de un pueblo que conserva de forma muy arraigada sus tradiciones. Por lo que casi en medio de la nada, entre la flora densa y húmeda de las montañas de la Selva Lacandona en el sureste de México, se encuentra la comunidad de Nahá. Una de sus misiones que impera en ellos es el cuidado de la reserva, lo que innegablemente contribuye a mantener y preservar vivas las costumbres ancestrales, de igual forma dan a conocer al mundo todo su arte por medio de artesanías que han construido a través siglos de historia y conocimiento.
Una artesanía se crea como un producto, ya sea perdurable o efímero, cuya función original está determinada a nivel social y cultural. Su uso depende de las necesidades que cubra, como doméstica, religiosa o ceremonial, decorativa, recreativa o como herramienta de trabajo. Cada flecha, arco o barro tiene una función, que satisface las necesidades materiales, espirituales y recreativas de la vida cotidiana individual y colectiva.
Nahá está conformada por 87 familias, lo que se traduce en un aproximado de trescientas personas, en su mayoría indígenas lacandones, aunque también hay algunos tzeltales (o tseltales son el grupo étnico más grande ubicado en una región montañosa localizada en Chiapas) y un par de personas de otros estados. La mayoría de la población habla maya lacandón y español.
Es importante resaltar ciertas características relevantes sobre los pobladores de Nahá, como por ejemplo: la forma en que visten, pues es ropa que confeccionan ellos mismos, como sus túnicas blancas para hombres, así mismo la vestimenta de las mujeres es similar, pero con más bordados y collares hechos de semillas de plantas. También se debe resaltar que hasta la fecha continúan practicando el chamanismo (se refiere a creencias y prácticas ancestrales basado en la energía, fuerzas y espíritus más allá de lo que nuestros ojos ven) y otros rituales ancestrales de la cultura Hach Winik (“lacandona maya” en su lengua materna). Estas ceremonias se realizan en homenaje a los antiguos dioses que se llevan a cabo en los templos, con sus cantos.
Artesanías más importantes de Nahá
Artesanías de barro
En Nahá, existe el taller de barro, que es un material utilizado desde tiempos prehispánicos para elaborar utensilios cotidianos y modelar figuras que hacen atribución a diversas deidades. El barro es la combinación de arcilla, tierra o lodo y agua, por lo que tiene diferentes colores como el gris, rojo o blanco. El taller es impartido por una de las señoras lacandonas de la comunidad llamada “Nuk” quien es la encargada de explicar la técnica usada y que paso a paso guía a las personas que gusten de aprender de milenaria actividad.
Al ingresar al taller, Nuk empieza repartiendo la arcilla y el agua entre los miembros, antes de moldear el barro, es necesario mezclar cuidadosamente la pasta (arcilla y el agua). Se tiene que poner especial atención en eliminar posibles bolsas de aire y distribuir bien las partículas de barro, un truco para poder facilitar el proceso de creación del barro, es que este esté un poco más blando, amasándolo con fuerza en una hoja grande y agregar un poco más de agua hasta que dé una pasta homogénea, posteriormente se empieza la técnica de modelaje donde se usarán materiales como: palillos de madera, cortadores y pinceles; Finalmente en esta parte es donde la imaginación se encargará del resto.
Una vez que tenemos nuestras piezas realizadas, se procede a la siguiente fase que es el esmaltado y enfornado (uso de un horno). El esmaltado debe ser con cuidado porque la pieza aún está sin cocer con lo cual corre el riesgo de que se rompa al esmaltar. Una vez esmaltado, se procede al “enfornado” de las piezas y como fin del proceso se barnizará dando como resultado una bella pieza de barro.
Flechas y arcos
Hasta hace 50 años atrás, los mayas lacandones eran una tribu nómada que vivían en la selva lacandona al sureste de Chiapas. La palabra “Lacandón” se deriva de un nombre de lugar indígena “lakam tun”, que se refiere a una isla en el lago Miramar (que se encuentra en la selva lacandona) y, en general, a la antigua estela de piedra maya.
Los Nahá han utilizado técnicas agrícolas, de caza y de recolección específicas, que han sido diseñados para conservar la tierra y la eco-zona en su conjunto, lo que permite un uso sostenible, así como el poder alimentar a sus familias.
Actualmente un pequeño porcentaje de su población continuan usando el arco y la flecha como método de caza, sin embargo la mayoría ya solo los utilizan principalmente para la decoración y como recuerdo de sus más antiguas tradiciones.
Durante una o dos horas el proceso consistirá en convertir una caña seca en una flecha totalmente funcional, ligera y con un gran equilibrio para volar en el aire. Las cañas, que son largas plantas con forma de “palo” que cabe resaltar no son rectas, así que para poder utilizarlas como flechas se tendrán que enderezar; Para esto se debe calentar el tallo en el sentido contrario al doblez. Primero se enderezarán los tramos inter-nodos y después los propios nodos, después se corta con cuchillo una parte de la caña, formando una “punta” y la otra parte se corta en forma de “c” para que se puede sostener el hilo de arco. Posteriormente se ponen plumas en la parte superior donde se encuentra la “c” y en la punta se colocan piedras.
Una vez terminada la flecha se realiza el arco, para esto también se ocupará un palo de caña, el cual puede cortarse a la mitad para que tenga mayor flexibilidad, después se ocuparán dos palos pequeños en la parte del medio para que tenga mayor durabilidad.
Como siguiente paso, en las dos puntas de tallo se hacen pequeños cortes triangulares para que puedan ir sujetas la cuerda de hilo de lino, que es una fibra vegetal delgada que se compone principalmente de celulosa y es procedente del tallo de la planta del mismo nombre. Al terminar la elaboración del arco y la flecha se tiene la oportunidad de probarlos en lugares abiertos específicos para dicha actividad y siempre con la supervisión de los locales, es imperante recalcar que actualmente está prohibida la caza de animales para personas externas a la población.