Pinturas rupestres, historia y aventura
Pinturas rupestres, historia y aventura
Duración
Nivel de actividad física
Incluye
Abierto desde
Tipo de Hospedaje
Idioma
Español
$6,429.00 MXN
¿Qué esperar?
¿Qué Incluye?
Actividades
Ciclismo, tirolesa, diversos recorridos guiados
Actividades
2 desayunos, 2 comidas, 1 cena
Extras
Gastos extra
Gastos extra
Itinerario
por la mañana
Viaja entre la historia
Cabaña doble
por la mañana
Recorre nuestro mundo
Tus Anfitriones
Mapa y punto de encuentro
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Recomendaciones de qué llevar
Reseñas
Las actividades fueron la mejor parte del viaje y Doña Valentina fue una de las mejores anfitrionas ya que nos compartio su amor a la cultura otomí e i intercambiamos ideas sobre nuestra cultura, La Maya.
La verdad es que me gustó mucho más que nada lo que se buscaba era integrar a mi grupo pero al final también se logró integración de todos los que fuimos al viaje. La comida riquísima. Aparte las cabañas súper cómodas, que no creí que fuera una cabaña tan bonita, el servicio super bien. El poder acceder a este lugar tan fácilmente y con todos estos servicios tan buenos me encantó. Me gustó mucho el viaje, muchísimas gracias a la comunidad abrirnos sus puertas y por dejarnos entrar un rato a su vida y gracias por cuidar ese cachito de México que está en sus manos.
Mi experiencia en La Florida fue en marzo de 2018. Salimos súper temprano para llegar allá, un viaje como de 3 o 4 horas y luego nos perdimos un ratito en el monte. Nos recibieron en una palapa donde nos dieron de desayunar, la comida estaba muy buena por cierto. Nos dieron de comer súper rico, con tortillas hechas a mano. En la noche bailamos huapango, y a partir de esa experiencia cada que oigo el huapango me acuerdo de Hidalgo y yo ya sé perfectamente de dónde es, estrellita para Rutopía que enriqueció mi cultura.
La Florida es una joya escondida, tiene muchísimas cosas que explorar, desde pinturas rupestres, una reserva de cola de venado, hasta un cráter formado por un meteorito. Las cabañas son muy cómodas, cuentan con un comedor comunitario donde pudimos probar de su rica comida tradicional, y en la noche convivir con la comunidad. Tomamos pulque y bailamos juntos el típico huapango huasteco. Al siguiente día el señor Melquíades nos contó de su vida aquí, de dónde surgió el proyecto de ecoturismo y de lo que significa para ellos, es parte de lo que me gusta de viajar con Rutopía. Y que a pesar de ser de contextos diferentes tenemos tanto en común. Me encantó poder descubrir en La Florida un lugar tan lleno de vida, cultura e historia y así refrescar mi amor por México y su diversidad.
A mí me gustó mucho la experiencia, fue una experiencia nutritiva ya que pude convivir con la hermosa naturaleza que hay alrededor y lo que más me gustó fueron las pinturas rupestres. El clima es increíble y la comida deliciosa, y más que nada esa carga cultural de las pinturas rupestres, etc. Me hubiera gustado que hubiera más organización en cuanto a las cosas que hay que hacer para lograr hacer todo, que hayan horarios y que se cumplan. No nos gustó mucho lo de convivir con las personas, estuvo un poco raro. Algo muy positivo que me gustó fue conocer la reserva, lo de los venados y todo eso, y conocer su hábitat y cómo conservan la naturaleza, etc.
En fin, fue una experiencia diferente pero enriquecedora.
Mi experiencia en La Florida Hidalgo fue para nada convencional. Desde la hospitalidad de los anfitriones, la experiencia de conocer nuevos lugares y personas entre los viajeros y la comunidad. La primer noche realmente estrellada de mi vida que es algo difícil de vivir en la ciudad. Sinceramente, aquel viaje no pudo haber sido mejor.
A veces pienso que el viaje que uno planea no es el que uno necesita. Para nosotros aventurarnos a La Florida fue lo mejor para nuestra empresa, nosotros desarrollamos ahí nuestro equipo de LATAM, nunca había descansado tanto en cabañas así, tal vez fue un poco echar pulques con música tradicional y después de dar una vuelta por ese cráter gigante, del tamaño del Estadio Azteca o el río azul termal que no recuerdo cómo se llama ver a la gente en un ambiente tan tradicional en México, y ellos mismos abiertos a turistas y a interactuar con nosotros. Creo que este viaje con Rutopía fue justamente lo que necesitábamos.
Mi viaje a La Florida la verdad es que me gustó mucho porque pues más que nada lo que se buscaba era integrar, en un principio integrar a miembros de la asociación de la escuela, pero al final también se logró integración de todos los que fuimos al viaje, que no solamente éramos de la escuela. Por un lado eso me gustó mucho, se dio un buen ambiente en el que las personas hasta de diferentes nacionalidades, como el francés que nos acompañó, otros miembros de Rutopía, actores y nosotros que íbamos con el fin de aprender, todos nos integramos muy bien y eso logró una buena convivencia. Por otro lado, el lugar al que fuimos me gustó mucho: un desierto que está súper cerca de la ciudad, donde podemos encontrar diferentes formas de vida, que no son tan comunes en la CDMX. Me gustó mucho que nos diera el tour un miembro de la misma comunidad, que nos podía explicar qué cambios había visto a lo largo del tiempo o de las pinturas rupestres. Está muy padre que te puedas meter un ratito al río, que está chiquito, pero te refrescas y eso está padre. Mi recomendación ahí es insistir en que los viajeros lleven su traje de baño o ropa cómoda para poder estar ahí, también llevar una botella o termo para poder estar tomando agua porque aunque no es demasiado el calor, es un poco seco, entonces sí te llega a dar sed. Como recomendación, también llevar bloqueador. La caminata estuvo muy buena y nada complicada, muy tranquila. Me gustó convivir con personas de la comunidad, el poder llegar y que una persona con mucha sabiduría porque conoce muy bien ese espacio porque siempre ha estado ahí nos compartiera algunas historias o anécdotas que él tenía en ese lugar. La comida riquísima, luego luego se sabe el sabor a hecho en casa y en un pueblito, el café el pan, todo muy rico. Aparte las cabañas súper cómodas, que no creí que fuera una cabaña tan bonita, la verdad es que estaba muy bonita la cabaña donde nos quedamos, muy cómoda y con la cama super bien, todo super bien, el servicio super bien. Recuerdo que tuvimos también una fogata y convivencia en la noche en donde nos pusimos a ver las estrellas, eso estuvo también super padre. Creo que cada uno de esos momentos fueron los que nos llevaron a poder tener una buena convivencia. Por un lado, me gustó la plática sobre el venado, no fue tan técnica, estuvo interesante eso de tratar de encontrarlo dentro del espacio delimitado. Estuvo padre, educativo y no tan técnico. Habían personas tanto que saben como que no saben, estuvo bueno y me gustaría que hubiera alguna otra actividad más extrema. No sé, una tirolesa o algo así. O sea sí disfruté muchísimo del clima, no recuerdo haber tenido mucho frío y eso me gusta porque no soy una persona que le encante el frío. Me gustó tambien tener la convivencia el sabado en la noche con el huapango y la danza, tomar el pulque con la comunidad, y también el viaje al cráter estuvo muy bonito, son vistas increíbles y es el poder apreciar todos estos lugares que la verdad no conocemos. Me encantó justo eso, poder visitar un lugar que no es tan turístico que no se conoce muy fácilmente, y el poder acceder a él tan fácilmente y todos estos servicios tan buenos me encantó. Me gustó mucho el viaje, muchísimas gracias a la comunidad por habernos recibido, por abrirnos sus puertas, por confiar en nosotros, por platicarnos, por dejarnos entrar un rato a su vida y pues gracias por cuidar ese cachito de México que está en sus manos.
Las actividades fueron la mejor parte del viaje y Doña Valentina fue una de las mejores anfitrionas ya que nos compartio su amor a la cultura otomí e i intercambiamos ideas sobre nuestra cultura, La Maya.
La verdad es que me gustó mucho más que nada lo que se buscaba era integrar a mi grupo pero al final también se logró integración de todos los que fuimos al viaje. La comida riquísima. Aparte las cabañas súper cómodas, que no creí que fuera una cabaña tan bonita, el servicio super bien. El poder acceder a este lugar tan fácilmente y con todos estos servicios tan buenos me encantó. Me gustó mucho el viaje, muchísimas gracias a la comunidad abrirnos sus puertas y por dejarnos entrar un rato a su vida y gracias por cuidar ese cachito de México que está en sus manos.
Mi experiencia en La Florida fue en marzo de 2018. Salimos súper temprano para llegar allá, un viaje como de 3 o 4 horas y luego nos perdimos un ratito en el monte. Nos recibieron en una palapa donde nos dieron de desayunar, la comida estaba muy buena por cierto. Nos dieron de comer súper rico, con tortillas hechas a mano. En la noche bailamos huapango, y a partir de esa experiencia cada que oigo el huapango me acuerdo de Hidalgo y yo ya sé perfectamente de dónde es, estrellita para Rutopía que enriqueció mi cultura.
La Florida es una joya escondida, tiene muchísimas cosas que explorar, desde pinturas rupestres, una reserva de cola de venado, hasta un cráter formado por un meteorito. Las cabañas son muy cómodas, cuentan con un comedor comunitario donde pudimos probar de su rica comida tradicional, y en la noche convivir con la comunidad. Tomamos pulque y bailamos juntos el típico huapango huasteco. Al siguiente día el señor Melquíades nos contó de su vida aquí, de dónde surgió el proyecto de ecoturismo y de lo que significa para ellos, es parte de lo que me gusta de viajar con Rutopía. Y que a pesar de ser de contextos diferentes tenemos tanto en común. Me encantó poder descubrir en La Florida un lugar tan lleno de vida, cultura e historia y así refrescar mi amor por México y su diversidad.
A mí me gustó mucho la experiencia, fue una experiencia nutritiva ya que pude convivir con la hermosa naturaleza que hay alrededor y lo que más me gustó fueron las pinturas rupestres. El clima es increíble y la comida deliciosa, y más que nada esa carga cultural de las pinturas rupestres, etc. Me hubiera gustado que hubiera más organización en cuanto a las cosas que hay que hacer para lograr hacer todo, que hayan horarios y que se cumplan. No nos gustó mucho lo de convivir con las personas, estuvo un poco raro. Algo muy positivo que me gustó fue conocer la reserva, lo de los venados y todo eso, y conocer su hábitat y cómo conservan la naturaleza, etc.
En fin, fue una experiencia diferente pero enriquecedora.
Mi experiencia en La Florida Hidalgo fue para nada convencional. Desde la hospitalidad de los anfitriones, la experiencia de conocer nuevos lugares y personas entre los viajeros y la comunidad. La primer noche realmente estrellada de mi vida que es algo difícil de vivir en la ciudad. Sinceramente, aquel viaje no pudo haber sido mejor.
A veces pienso que el viaje que uno planea no es el que uno necesita. Para nosotros aventurarnos a La Florida fue lo mejor para nuestra empresa, nosotros desarrollamos ahí nuestro equipo de LATAM, nunca había descansado tanto en cabañas así, tal vez fue un poco echar pulques con música tradicional y después de dar una vuelta por ese cráter gigante, del tamaño del Estadio Azteca o el río azul termal que no recuerdo cómo se llama ver a la gente en un ambiente tan tradicional en México, y ellos mismos abiertos a turistas y a interactuar con nosotros. Creo que este viaje con Rutopía fue justamente lo que necesitábamos.
Mi viaje a La Florida la verdad es que me gustó mucho porque pues más que nada lo que se buscaba era integrar, en un principio integrar a miembros de la asociación de la escuela, pero al final también se logró integración de todos los que fuimos al viaje, que no solamente éramos de la escuela. Por un lado eso me gustó mucho, se dio un buen ambiente en el que las personas hasta de diferentes nacionalidades, como el francés que nos acompañó, otros miembros de Rutopía, actores y nosotros que íbamos con el fin de aprender, todos nos integramos muy bien y eso logró una buena convivencia. Por otro lado, el lugar al que fuimos me gustó mucho: un desierto que está súper cerca de la ciudad, donde podemos encontrar diferentes formas de vida, que no son tan comunes en la CDMX. Me gustó mucho que nos diera el tour un miembro de la misma comunidad, que nos podía explicar qué cambios había visto a lo largo del tiempo o de las pinturas rupestres. Está muy padre que te puedas meter un ratito al río, que está chiquito, pero te refrescas y eso está padre. Mi recomendación ahí es insistir en que los viajeros lleven su traje de baño o ropa cómoda para poder estar ahí, también llevar una botella o termo para poder estar tomando agua porque aunque no es demasiado el calor, es un poco seco, entonces sí te llega a dar sed. Como recomendación, también llevar bloqueador. La caminata estuvo muy buena y nada complicada, muy tranquila. Me gustó convivir con personas de la comunidad, el poder llegar y que una persona con mucha sabiduría porque conoce muy bien ese espacio porque siempre ha estado ahí nos compartiera algunas historias o anécdotas que él tenía en ese lugar. La comida riquísima, luego luego se sabe el sabor a hecho en casa y en un pueblito, el café el pan, todo muy rico. Aparte las cabañas súper cómodas, que no creí que fuera una cabaña tan bonita, la verdad es que estaba muy bonita la cabaña donde nos quedamos, muy cómoda y con la cama super bien, todo super bien, el servicio super bien. Recuerdo que tuvimos también una fogata y convivencia en la noche en donde nos pusimos a ver las estrellas, eso estuvo también super padre. Creo que cada uno de esos momentos fueron los que nos llevaron a poder tener una buena convivencia. Por un lado, me gustó la plática sobre el venado, no fue tan técnica, estuvo interesante eso de tratar de encontrarlo dentro del espacio delimitado. Estuvo padre, educativo y no tan técnico. Habían personas tanto que saben como que no saben, estuvo bueno y me gustaría que hubiera alguna otra actividad más extrema. No sé, una tirolesa o algo así. O sea sí disfruté muchísimo del clima, no recuerdo haber tenido mucho frío y eso me gusta porque no soy una persona que le encante el frío. Me gustó tambien tener la convivencia el sabado en la noche con el huapango y la danza, tomar el pulque con la comunidad, y también el viaje al cráter estuvo muy bonito, son vistas increíbles y es el poder apreciar todos estos lugares que la verdad no conocemos. Me encantó justo eso, poder visitar un lugar que no es tan turístico que no se conoce muy fácilmente, y el poder acceder a él tan fácilmente y todos estos servicios tan buenos me encantó. Me gustó mucho el viaje, muchísimas gracias a la comunidad por habernos recibido, por abrirnos sus puertas, por confiar en nosotros, por platicarnos, por dejarnos entrar un rato a su vida y pues gracias por cuidar ese cachito de México que está en sus manos.
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Preguntas Frecuentes
Viajando haces una diferencia
Rutopía Conservación Biocultural A.C. trabaja con grupos indígenas para apoyar el desarrollo sustentable en sus comunidades a través del turismo regenerativo. Junto con anfitriones indígenas, codiseñamos experiencias bio-culturales que resaltan la esencia de cada comunidad, revalorando su herencia cultural y natural, con el fin de fomentar su continuidad para las futuras generaciones.
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